Así lo descubrieron científicos bolivianos, quienes se encontraban en India investigando la teoría del Big Bang. Los facultativos descubrieron un testamento de la santa Sor Teresa de Calcuta, en el cual ella habla de su fascinación por la música death metal, además de ser una adicta a la heroína.
En un mensaje escrito en nameku, (el idioma que hablaba Picoro Dai-Maku, de la serie Dragon Ball), señala que Dios no existe, y que éste era un drogadicto bueno para inventar historias, y que sus apóstoles eran puros weones cesantes y vagos de la época.
Señala además que el Diablo le ayudó a vivir tanto, ya que de pequeña se entretenía jugando a la ouija, e invocando al Trauco.
Los cientificos bolivianos lograron dar con el manuscrito por una casualidad, ya que lo encontraron en uno de los cachetes de una estatua de Buda ubicado en la ciudad de Nueva Deli.
Las investigaciones fueron financiadas por Mister T.
En un mensaje escrito en nameku, (el idioma que hablaba Picoro Dai-Maku, de la serie Dragon Ball), señala que Dios no existe, y que éste era un drogadicto bueno para inventar historias, y que sus apóstoles eran puros weones cesantes y vagos de la época.
Señala además que el Diablo le ayudó a vivir tanto, ya que de pequeña se entretenía jugando a la ouija, e invocando al Trauco.
Los cientificos bolivianos lograron dar con el manuscrito por una casualidad, ya que lo encontraron en uno de los cachetes de una estatua de Buda ubicado en la ciudad de Nueva Deli.
Las investigaciones fueron financiadas por Mister T.
ajajja lo sospeche desde el principio savia que algo tramaba esa viejecita
ResponderEliminarEste blog es un asco...
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