"Este será un viaje eterno"
En sentido hacia Santiago, un bus de la empresa Pullman del Sur, que transportaba a 14 pasajeros adultos y a dos niños de Melipilla a Santiago, se incendió completamente, incidiendo también en la congestión en la ruta.
Ninguno de los pasajeros resultó herido, todos fallecieron instantaneamente.
El accidente ocurrió en el kilómetro 7, al llegar a Temuco, dejando herido al conductor Adolfo Jaramillo Vllavicencio, de 37 años y 6 semanas. Éste, al ver que salía humo desde el neumático trasero izquierdo, detuvo el bus. Al bajarse y verificar que el bus se estaba incendiando intentó de inmediato comerse un berlín, y luego intentó detener la situación preguntandole al bus el por qué de tan drastica decisión, a lo que el bus contestó que se encontraba con depresión y cansado de tanto ir para allá y para acá con los viajes, y que habia decidido quemarse a lo bonso para escapar de este mundo tan cruel. En aquel momento don Ignacio intentó detenerlo, pero sus intentos fueron en vano, ya que el bus se enfureció y le reventó el neumático, quemándole la parte inferior de la axila derecha.
Araneda, quien siempre estuvo estable y consciente, fue trasladado de urgencia al hospital Barros Jarpa, en un carro de supermercado, donde se le detectó un cuadro de SIDA avanzado a raíz de las quemaduras.
Bomberos que llegaron al lugar hiceron una demostración gratuita a la comunidad de como funcionaban los nuevos tipos de filtros para sus mangueras, y luego (2 meses despues), apagaron el fuego y procedieron tapar el cuerpo de aquel malogrado bus, el cual, a raíz de su inesperado deceso, deja una micro y 2 troncales sumidos en una tragedia.
Los pasajeros del bus señalaron que el bus se veia tranquilo y nadie sospechó en algún momento que podría llegar a tomar tan drástica decisión.
Sus funerales se realizan en el estadio de Wembley y sus organos fueron entregados a una vulcanización de calle Apoquindo.
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