18 enero 2008

El Cuco

"Booo! Me voy a tirarme a tu pololaaa! ..."

Nota: Algunos nombres y lugares mecionados en ésta historia han sido modificados para proteger la identidad de los verdaderos involucrados. Cualquier semejanza con hechos o personas de la vida real son sólo una estúpida coincidencia.

" ... Yo era un jóven normal que vivía feliz junto a mi polola. Ambos estudiábamos en la misma universidad, y ya llevábamos casi 2 años de pololeo, con serios planes para casorio... Sin embargo, todo lo hermoso que vivíamos en ese momento se fue a la mierda por culpa del cuco.

Resulta que un día volví a mi casa después de clases, y me encontré con un amigo al cual no veia desde hace mucho tiempo. Me invitó a fumar un pito (weed), pero lo rechazé porque yo no consumo drogas. A pesar de mi negativa, el Lusho insistió y me regaló un poco de su yerba, diciéndome que cuando tuviera ganas la probara, y que no me arrepentiría. Dicho eso, se fue y se perdió en una plaza. Yo me fui a mi casa, me recosté en la cama, y me puse a escuchar un poco de música; mi polola iba a llegar más tarde, ya que, según ella, tenía clases de reforzamiento de Religión (notable).

La cosa es que me sentía solo, y me tenté a probar aquel manjar que me habia regalado el Lusho. Era la primera vez que fumaba marihuana, por lo que sentia un poco de temor a hacerlo. Al prenderlo sentí ese olor fuerte característico de la yerba que se mescla con caca, bencina, diluyente y mil agregados más, lo que la hace mas alucinógena y por ende adictiva. Me mandé unas fumadas e inmediatamente comenzé a sentir los efectos (se me secó la boca, mis ojos se achinaron y se pusieron rojos)... Sentí una sensación de relajo muy agradable; de pronto sentía que flotaba, me concentraba en las letras de las canciones que escuchaba y sentia que todo pasaba como en camara lenta. Pensaba en algo, aunque ya no me acuerdo bien; la cosa es que de pronto, y así como si nada, entra un tipo a mi pieza, vestia de negro como metalero, tenia el pelo largo y una barba bien grande, la cara llena de piercing y el cuerpo lleno de tatuajes raros.
Lo miré impactado, pero no dije nada. El se acercó, me quitó el pito de la mano y empezó a fumar, diciéndome: "Ta wena esta wea....", y siguió fumando. Yo lo miraba sorprendido, pero como estaba volao, no decía nada. Incluso empezamos a conversar y a reirnos juntos: hablamos de muchos temas y durante mucho rato, hasta que se me ocurrió preguntarle quién era, resultando el siguiénte diálogo:

-"Soy el cuco." .......... -"Ah, eres familiar de mi polola?" -"... No weon, soy el cuco." -"...Cuál? ... El flaco del kiosko de la esquina?" -"... No aweonao, soy el cuco, el que se le aparece a los cabros chicos... Cómo no vai a cachar?" -"... Aaah, ya... Pero... Y no se supone que vos te le aparecís a los cabros chicos no más? ... Parece que andai medio perdido" -"... Ah, no se weon... La wea es que me mandaron para acá y aqui estoy" -"... Y quién te mandó?" -"... Ah, deja de preguntar weas y fumemos mejor" -"... Sí... Tenís razón... Toma..."


La cosa es que con el Cuco nos hicimos amigos, al tiempo le presenté a mi polola y a mis amigos, y el Cuco comenzó a hacerse muy popular. Tanto así, que comenzó a molestarme. Habían días en que mi polola salía con el Cuco al shopping, o al cine, y a mi no me decían nada. Mis amigos ya no me iban a buscar a la casa, y cuando iban, preguntaban por él y lo invitaban a salir. Yo me quedaba solo, me sentia abandonado... El Cuco me habia robado mi vida, mi polola y mis amigos; hasta mis padres querían más al Cuco que a mí, y me retaban diciéndome que yo era un envidioso.

La gota que rebalsó el vaso fue cuando el Cuco me dijo (y cagao de la risa) que él y mi polola estaban juntos ... Yo no lo podía creer; miré a mi polola a los ojos y ella agachó la cabeza (tambien riendo), e hizo un gesto de afirmación. El Cuco me mira y dice: "Y eso no es todo weon, vay a ser tio, porque tu polola está embarazada y es mio" (ambos riéndose descaradamente de mi).

Fue tan chocante y fuerte la noticia que yo empezé a colapsar. Me sentía mareado y caí al suelo desmayado viendo como ambos se reían de mi. Al despertar vi una luz muy fuerte, y me vi recostado en una camilla del hospital Sótero del Río. Al lado estaba mi polola durmiendo, y frente a mí, el doctor Vallejos, quién me dijo que llevaba una semana inconciente producto de una intoxicación por fumar marihuana. Me dijo que mi polola había llegado a la casa y me habia visto tirado en la cama hablando y riéndome solo, y que luego me desmayé. Me dijo que ella me habia llevado al hospital, y que desde ese día, ella se quedaba a dormir junto a mi camilla, esperando que yo despertara.

Miré a mi polola que aún dormia e hize un gesto de alivio... Lo del Cuco no era más que una alucinación por fumar yerba, y mi polola nunca dejó de estar junto a mi.
Desde ese día prometí no fumar más (de esa). Ahora tengo mi plantita y fumo solo hojita, algo más sano y que no me deja estúpido. Con mi polola aún vivimos juntos, aunque hay algo que me preocupa y que no me deja dormir tranquilo... Ella está embarazada, y calculando... la fecha coincide con la de cuando se me apareció el Cuco...

... Pero... Creo que son rollos mios no más... "

2 comentarios:

  1. PuEs no Se COmo LEs LLAmEn En DonDe Eres, PEro AKi A ESE TiPO De "CUCOS" lEs llAmamOS "saNChOS".. (No TE PrEoCUPEs),Se DiCe KE un MAtrimoNIo SIn SANCho no Es MAtrImoNIo... ASi KE TE ReComIenDo KE AgarrEs mAs HojITAS De tu PLAnTiTA Y KE ConSumAS MuCho CAlCIO!!!... LOL : )

    PD: MAS SAve El DiaBlo Por DIabLo KE por.. TE MiRO Al RatO , NiCe bloCk.. bYE!!

    ResponderEliminar
  2. El cuco existe wn, solo que no pitea yerba, asi que no te voy a creer en esta pasada. Lo siento por tu polola que de verdad está muy preocupada por ti.

    ResponderEliminar