El Cagado Enamorado.

" - Hola... Soy un cagado de mierda!"

Puta que es lindo estar enamorado, y celebrar el día del amor. Incentiva el querer entregar lo mejor, y regalonear a esa persona tan especial y amada.

Lamentablemente, no todos son iguales a la hora de entregar, y no es una cosa de poder adquisitivo; muchas veces el que más tiene, menos dá, demostrando ser una apretado hasta con la persona más importante de su vida, y un egoísta de mierda, que sólo se fija en su bolsillo.

Hoy se darán muchos casos de ellos, y los analizaremos con estas 3 simples situaciones:

1. "Mi amor... vamos al cine!"... Y llega el weoncito con cupones de 2x1 o con descuentos del Mercurio, se pone a pelear con el boletero porque éste le ofreció bombones pa la reina, y cuando va a comprar las cabritas, compra la más chica, porque según él "No le gustan tanto las cabritas"... Pa que mierda vay al cine entonces poh weón. Compra las bebidas con cupones que te regalan las más chicas, esas que no sirven ni pa tomarse una aspirina, y él espera aguantar 2 horas con un vaso de 200 cc. Más encima no se raja con ni un regalo dentro de la sala, tipo, peluche teddy, rosa de feria o unos bombones de leche (para animal).
2. "Mi amor... y si vamos a cenar?"... "Mesero... pida no más mi amor (conchasumare la weá cara)" Es lo primero que dice y piensa el cagao, al momento de ver la carta en un elegante restaurante (picá de la villa,, carrito de completos). Luego de que la enamorada eligió, el tipo este le dice que mejor pida un plato maomenos 2 lucas más barato, pa después tener pa la micro. Una vez escoge la dama (el weón le impone el plato), viene su turno, y no haya nada mejor que decir "Es que no tengo tanta hambre... con un vasito de agua y una sopa estoy bien"... No era cena la weá?... Pa eso le decis que ayunen juntos poh weón, y te ahorrai la paja de ir a un restaurante, donde má encima no dejai propina.
3. "Mi Amor... vamos al parque!"... En realidad, es una plaza... Y no le compra ni una weá a la princesa. Se pasa el día hechao en el pasto, sin sorprenderla, se caga de hambre porque ni siquiera la invita a almorzar, y espera que el "Amor" se encargue de llenar la guatita a su amada, que a esa hora ya está chata de un weón tan cagao. Se dá el lujo de pasearse por todas las ferias artesanales, sin comprarle un mísero llavero que diga un "Te Quiero", y al llegar la hora de despedirse, se va solo en el metro, porque le quedan solo 500 pesos en la Bip!, dejando a la niña a la interperie.

Lo más simpático de estos tres casos, es que en los tres, el tipejo va a la casa de los papás de ella, y le dice al papá; "No se preocupe... si yo la cuido" y le cierra el ojo. Sipoh conchetumare, por que chucha no la invitai a comer al Hogar de Cristo mejor?, cagao culiao.

Obviamente hay miles de casos más, pero estos tres abarcan singularmente el pensamiento del cagado, y que lamentablemente seguirá dandose por los siglos de los siglos.

Por eso... si a usted señorita, dama, travesti o abuelita, la está joteando uno de estos bichos... No lo pesque, el no es el hombre de su vida, no se perderá nada bueno si lo deja, y seguramente será más feliz comiendo chocolates sola y escondida de la gente que con este maricon!

Por último, si sólo quiere Cuchi cuchi!, vaya a la feria y cómprece un pepino, una zanahoria, o de esas papas Lays con el envase largo, o vaya al sexshop, y cómprese un "regalón de plástico", pero no le de cuerda a estos individuos.